La “viola da gamba” fue en el S. XVII, junto al laúd, el instrumento favorito de la corte, la nobleza y las casas acomodadas en Inglaterra.

Todo aquel que se lo pudiera permitir se hacía con un “chest of viols” o conjunto de violas que constaba de dos violas soprano, dos tenores y dos bajos, es decir, todo lo necesario para disfrutar del “consort” en familia, o entre amigos. Esta afición arraigó tanto, que los aficionados llegaron a ser virtuosos que demandaban obras cada vez más complejas.


Fue así como Christopher Simpson encontró un publico devoto para

su célebre método de viola en sus tres ediciones de 1659  (“The Division Violist”), 1667 ya con el título "The Division Viol" y en la edición póstuma de 1712. En este libro están no sólo los rudimentos de la técnica del instrumento, sino amplias explicaciones sobres la teoría musical y ejemplos sobre la manera de hacer variaciones en la viola. Esta práctica, el arte de la variación, que acabó siendo la base para el estilo concertante barroco, había sido importada de España e Italia un siglo antes.

Francisco Luengo  &  Xurxo Varela

violas da gamba

con Valentín Novio, laud y teorba

La variación había desarrollado en Inglaterra un genero propio, la

"division". En lugar de glosar sobre una voz de alto, tiple, bajo o tenor de una composición polifónica, al modo de Diego de Ortiz en sus recercadas sobre madrigales, se escogía un bajo que se repetía, un "ground", con su particular estructura armónico rítmica, de modo parecido a las recercadas sobre tenores de Ortiz.


La viola da gamba, con su amplia tesitura y su facilidad para arpegios y acordes era un instrumento muy adecuado para interpretar "divisions". El propio Simpson era un consumado violagambista y esto se puede apreciar en el uso que hace de todos los recursos del instrumento y en los pasajes que, aunque de gran dificultad técnica, resultan muy adecuados e idiomáticos para la viola.

El "ground" podía ser tocado por otra viola, o bien por algún otro instrumento, órgano, clavecín o laúd, o simplemente se presentaba el tema al principio de la interpretación y en las sucesivas variaciones variaciones se confiaba a la memoria del oyente.


En el caso de las variaciones a dos violas, a las que Simpson dedica el final de su libro, cada una de las violas toca el bajo mientras la otra viola glosa, invirtiéndose los papeles en la siguiente vuelta. En ocasiones las dos violas glosan a la vez, con lo que el bajo desaparece en la práctica, aunque sigue apareciendo, implícito, en el medio de la glosa.

Esta grabación se centra en las obras del manuscrito Mus. Sch. C. 77, actualmente en la Bodleian Librery, que contiene ocho divisions a dos violas. Christopher Simpon es el autor de cinco de ellas y John Jenkins de las tres restantes. Otras dos “divisions” a solo de Simpson, provienen de su libro "The Division Viol" y tres duos, dos anónimos y uno de John Ward, del MS ADD. 31424 en la London British Library. Estos tres últimos presentan otro estilo, la fantasía, común en toda Europa y muy popular entre los violagambistas ingleses. Tenía una estructura libre, no sujeta a los modelos de las danzas o variaciones sobre temas conocidos y el estilo es contrapuntístico e imitativo.


Para la grabación hemos utilizado dos violas da gamba, copias del instrumento conservado en el Victoria and Albert Museum de Londres construido por John Rose. Si bien el instrumento no está datado con precisión, de J. Rose se sabe que trabajó en Bridewell, cerca de Londres en la segunda mitad del siglo XVI. Está considerado el fundador de la escuela inglesa de construcción de violas da gamba.


                                                                                                                                                  F. Luengo

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